UN AÑO CON PESSOA – DÍA 2
UN AÑO CON PESSOA – DÍA 2 (14 DE JUNIO DE 2009)
1930
Fernando Pessoa – Há quanto tempo não canto
Hace mucho tiempo no canto Hace mucho tiempo no siento Hace mucho tiempo que me encierro ¡Hace tanto tiempo que permanezco así Fue para mí tan pesada y grande |
Há quanto tempo não canto Há quanto tempo não sinto Há quanto tempo me fecho Há tanto tempo assim duro Foi-me tão pesada e crescida |
14-6-1930
Poesias Inéditas (1919-1930).Fernando Pessoa. (Nota prévia de Vitorino Nemésio e notas de Jorge Nemésio.) Lisboa: Ática, 1956 (imp. 1990). §133.
Fernando Pessoa – Ó ervas frescas que cobris
¡Oh! frescas hierbas que cubrís Sabemos bien de quiénes vivís Oh hierbas, verdes como azul el miedo Con todo mi ser tengo un terror |
Ó ervas frescas que cobris Sabemos bem de quem viveis Ó verdes ervas, como o azul medo Tenho um terror com todo eu |
14-6-1930
Poesias Inéditas (1919-1930).Fernando Pessoa. (Nota prévia de Vitorino Nemésio e notas de Jorge Nemésio.) Lisboa: Ática, 1956 (imp. 1990). §131.
1932
Fernando Pessoa – Basta pensar em sentir
Basta pensar al sentir Después de quedarme y partir |
Basta pensar em sentir Depois de ficar e ir |
14-6-1932
Poesias Inéditas (1930-1935).Fernando Pessoa. (Nota prévia de Jorge Nemésio.) Lisboa: Ática, 1955 (imp. 1990). §73.
Existe al menos una versión española previa, de Ángel Crespo, publicada en: Fernando Pessoa. Noventa poemas últimos (1930-1935). Madrid. Ed. Hiperión. 1993.
UN AÑO CON PESSOA – DÍA 1
UN AÑO CON PESSOA – DÍA 1 (13 DE JUNIO DE 2009)
1888 – Nacimiento de Pessoa Nace en Lisboa, Fernando Pessoa (Fernando Antonio Nogueira Pessôa), a las 3:20 p.m. en el cuarto de la izquierda del cuarto piso del No. 4 del Largo de São Carlos. Su padre, Joaquim de Seabra Pessoa, hijo del general Joaquim Antonio de Araújo Pessôa, originario de Tavira, en el Algarve, era un modesto empleado de la Secretaría do Estado que, a pesar de no haber cursado la escuela superior, había consagrado su talento al estudio de la musicología y dedicaba sus noches a la crítica musical de los espectáculos líricos presentados en el Teatro de São Carlos que publicaba anónimamente como pequeñas crónicas en el Diario de Notícias; hablaba y escribía con igual soltura en portugués que en francés e italiano y sufría de tuberculosis. Su madre, Maria Madalena Pinheiro Nogueira, era descendiente de una familia de jueces de las Azores, nacida en la Isla Terceira en 1862, del matrimonio entre el consejero Luis Antonio Nogueira y doña Madalena Xavier Pinheiro, de vivaz inteligencia, estudió en el colegio británico de Miss Calf en Lisboa, en la Rúa do Alecrim, llegando a dominar el inglés, el francés, el alemán y el latín, que estudió con su padre. |
s.d.
Fernando Pessoa – Primeiro Fausto – O conjunto do drama representa…
Primer Fausto El conjunto del drama representa la lucha entre la Inteligencia y la Vida en la cual la inteligencia siempre resulta vencida. La inteligencia es representada por Fausto, y la Vida diversamente, de acuerdo con las circunstancias accidentales del drama. En el primer acto, la lucha consiste en el intento de la inteligencia por comprender la Vida, siendo derrotada, y comprendiendo tan solo que no puede nunca comprender la vida. Así, este acto está formado todo por disquisiciones intelectuales y abstractas, en las que el misterio del mundo (tema general, además, de la obra entera, dado que es el tema central de la Inteligencia) es tratado repetidamente. En el primer entreacto está la repetición lírica de las conclusiones a las que el protagonista llegará en el primer acto. En el segundo acto la lucha pasa a ser la de la Inteligencia por dirigir a la Vida, sufriendo en tal intento igual derrota, aunque de otra manera. La dificultad está en la forma de representar esa Vida que la inteligencia intenta dominar. Lo preferible es representar esa Vida a través de un discípulo o alguien así, en quien, por no comprender la sutileza y el género de la ambición del Maestro, las pretendidas voluntades e imposiciones de este no causan ninguna impresión, o causan una impresión falsa. Tal vez lo mejor sea representar la Vida aquí a través de tres discípulos u otras personas ―uno sobre quien la acción intelectual sea nula, otro por quien es acepte erróneamente, pervertidamente, y un tercero por quien es indistintamente combatida, con uso también de la Inteligencia, que en él es arma, medio, instrumento para que el instinto se manifieste.― El segundo entreacto resume la lección que el drama del segundo acto expone humanamente. Este entreacto es lírico como el primero (Estudiar el género lírico, de la dirección esencial de este entreacto). El tercer acto envuelve la lucha de la Inteligencia para adaptarse a la Vida, que, en este punto, es, como es de esperar, representada por el Amor, esto es, por una figura femenina, María, a quien Fausto intenta saber amar. ¿Qué haces tú? La derrota de la Inteligencia es igualmente flagrante en este caso. El acto cierra con el monólogo de la noche, de especial amargura, porque la incapacidad de adaptación a la vida es más amarga que la falencia en comprenderla y dirigirla, que son, la primera más horrible (por el misterio esencial), la segunda más desilusionante (por la disparidad entre los resultados y el esfuerzo empleado en su dirección intencional). El tercer entreacto, lírico también, es difícil de determinar que orientación tenga (No debe ser este sin duda el entreacto dionisíaco) (¿¿??) En el cuarto acto la tentativa que falla es la de disolver la Vida, en que la rabia de la enemistad falla ante la capacidad de reacción de la Vida, cayendo en el Hábito (los revoltosos que reconocen señor al señor contra quien se revelarán), en el Placer Más Próximo, y en la Indiferencia entre los grandes fines, aunque tengan una denominación para el instinto (que es representado por la cena en que los amorosos oyen pasar a lo lejos indiferentemente el amotinamiento de la revuelta). El cuarto entreacto debe ser el más frío de todos. En el quinto acto tenemos, finalmente, la Muerte, la falla final de la Inteligencia ante la Vida. Mientras se danza y se brinca en una fiesta del día-santo, Fausto agoniza ignorado. Y el drama cierra con la canción del Espíritu de la Noche, restituyendo el elemento terrorífico del Misterio, que envuelve tanto la Vida como la inteligencia ―canción simple y fría.― Uno de los principales estudios por hacer aquí es el de la naturaleza de los entreactos. Sin duda que el primero debe ser de lirismo metafísico, que acaba con la canción «la catarata del sueño». El segundo entreacto, en el paso de la falla de la Inteligencia para dirigir su falla para adaptarse, debe ser el más suave de todos, aunque un resabio de esa falencia deba tal vez radicar en la lírica por él esgrimida. El tercer entreacto es sin duda el dionisíaco, porque la tendencia dionisíaca de la Inteligencia es la que la lleva a disolver la Vida, tanto por error como por instinto, que lleva al exceso absurdo y teorizado, como por la rabia inmanente en ese exceso. El cuarto entreacto, que debería comenzar con la cación del Destino (¿¿??), cierra fríamente la serie lírica, el comentario lírico que constituyen los entreactos. Es este, aproximadamente en cuanto a los detalles, el ambiente dramático del Primer Fausto. Otro modo de exponer el mismo problema, o, antes, la misma tesis: 1er Acto: Conflicto de la Inteligencia consigo misma. 2º Acto: Conflicto de la Inteligencia con las demás Inteligencias. 3º Acto: Conflicto de la Inteligencia con la Emoción. 4ºActo: Conflicto de la Inteligencia con la Acción. 5º Acto: Derrota de la Inteligencia. |
Primeiro Fausto O conjunto do drama representa a luta entre a Inteligência e a Vida em que a inteligência é sempre vencida. A Inteligência é representada por Fausto, e a Vida diversamente, segundo as circunstâncias acidentais do drama. No 1º acto, a luta consiste em a Inteligência querer compreender a Vida, sendo derrotada, e compreendendo só que não pode nunca compreender a vida. Assim, este acto é todo disquisições intelectuais e abstractas, em que o mistério do mundo (tema geral, aliás, da obra inteira, pois que é o tema central da Inteligência) é repetidamente tratado. No 1º entreacto há a repetição lírica das conclusões a que o protagonista chegará no 1º acto. No 2º acto a luta passa a ser a da Inteligência para dirigir a Vida, sofrendo na tentativa igual derrota, embora de outra maneira. A dificuldade está na maneira de representar essa Vida que a Inteligência tenta dominar. O preferível é representar essa Vida por discípulo ou alguém assim, em quem, por não compreender a subtileza e o género de ambição do Mestre, as pretensas vontades e imposições deste nenhuma impressão causam, ou causam uma impressão falsa. O melhor talvez é representar a Vida aqui por três discípulos ou outras pessoas — um sobre quem a acção intelectual é nula, outro por quem é aceite erroneamente, pervertidamente, e um terceiro por quem é de instinto combatida, com uso também da Inteligência, que nele é arma, meio, instrumento para o instinto se manifestar. O 2º entreacto resume a lição que o drama do 2º acto põe humanamente. Este entreacto é lírico como o primeiro. (Estudar o género lírico, da direcção essencial deste entreacto). O 3º Acto envolve a luta da Inteligência para se adaptar à Vida, que, neste ponto, é, como é de esperar, representada pelo Amor, isto é, por uma figura feminina, Maria, a quem Fausto tenta saber amar. Que fazes tu? A derrota da Inteligência é igualmente flagrante neste caso. O acto fecha com o monólogo da noite, de especial amargura, porque a incapacidade de adaptação à vida é mais amarga que a falência em compreendê-la e dirigi-la, que são, a 1ª mais horrível (pelo mistério essencial) a 2ª mais desilusionante (pela disparidade entre os resultados e o esforço empregado e a sua direcção intencional). O 3º entreacto, lírico também, é difícil de determinar que orientação tenha. (Não deve ser este sem dúvida o entreacto dionisíaco) (??) No 4º acto a tentativa que falha é a de dissolver a Vida, em que a raiva da inimizade falha ante a capacidade de reacção da Vida, caindo no Hábito (os revoltosos que reconhecem senhor o senhor contra quem se revoltaram), no Prazer Mais Próximo, e na Indiferença entre os grandes fins, ainda que tenham um apelo para o instinto (o que é representado pela cena em que os amorosos ouvem passar ao longe indiferentemente o tumultar da revolta). O 4º entreacto deve ser o mais frio de todos. No 5º acto temos, finalmente, a Morte, a falência final da Inteligência ante a Vida. Enquanto se dança e se brinca em uma festa de dia-santo, Fausto agoniza ignorado. E o drama fecha com a canção do Espírito da Noite, repondo o elemento do terror do Mistério, que envolve tanto a Vida como a inteligência — canção simples e fria. Um dos principais estudos a fazer aqui é o da natureza dos entreactos. Sem dúvida que o 1º deve ser o de lirismo metafísico, que acaba com a canção «a catarata de sonho». O 2º entreacto, na passagem da falência da Inteligência para dirigir a sua falência para se adaptar, deve ser o mais suave de todos, embora um resaibo da falência que vai haver deva talvez pairar na lírica por ele espalhada. O 3º entreacto é sem dúvida o dionisíaco, porque a tendência dionisíaca da Inteligência é que a leva a dissolver a Vida, tanto pelo erro no instinto, que leva ao excesso absurdo e teorizado, como pela raiva imanente nesse excesso. O 4º entreacto, que é o que é bom que comece com a canção do Destino (??), fecha friamente a série lírica, o comentário lírico que os entreactos constituem. É este, aproximadamente quanto aos detalhes, o ambiente dramático do Primeiro Fausto. Outro modo de pôr o mesmo problema, ou, antes, a mesma tese: 1º Acto: Conflito da Inteligência consigo própria. 2º Acto: Conflito da Inteligência com as outras Inteligências. 3º Acto: Conflito da Inteligência com a Emoção. 4ºActo: Conflito da Inteligência com a Acção. 5º Acto: Derrota da Inteligência. |
s.d. |
|
Fernando Pessoa – (A desilusão de Fausto é de três espécies:
(La desilusión de Fausto es de tres especiaes: 1. verifica, en el hecho de que María lo ama en parte sin saber porqué y en parte por cualidades que supone en él y él no tiene, que el amor es una cosa que no se puede querer comprender y en lo cual y él hay un abismo profundísimo; 2. verifica en su incapacidad no sólo de comprender el amor, sino también de sentirlo o, tal vez mejor, de sentirse sintiéndolo, que ese abismo que existe entre él y el amor comienza por ser una abismo que existe entre él y sí mismo; 3. verifica (…)) |
(A desilusão de Fausto é de três espécies: 1) verifica, no facto de que Maria o ama em parte sem saber porquê e em parte por qualidades que lhe supõe e ele não tem, que o amor é coisa que não se pode querer compreender e entre o qual e ele há um abismo profundíssimo; 2) verifica, na sua incapacidade não só de compreender o amor; como até de o sentir ou, talvez melhor, de se sentir sentindo-o, que esse abismo que existe entre ele e o amor começa por ser um abismo que existe entre ele e ele próprio; 3) verifica (…)) |
s.d. |
1917
Fernando Pessoa – Mas ah! se a morte, sem ser nada ou noite,
Mas ¡ay! si la muerte, sin ser nada o noche, ¡Ah! ¡Cuánto mejor no fuera, como las aves Pasan los Dioses, y el mismo Dios único Canto de las aves, murmullo de los ríos, sonido |
Mas ah! se a morte, sem ser nada ou noite, Ah! quão melhor não fora, como as aves Passam os Deuses, e o próprio uno Deus Canto das aves, som dos rios, som |
|
13-6-1917 |
Existe una previa versión en español de este fragmento, acometida por Ángel Crespo y publicada en el libro “Fausto: tragedia subjetiva” Madrid. Tecnos. 1989. pág. 230. El fragmento correspondería al objeto de la quinta parte del proyecto general del Fausto pessoano, a saber, la derrota definitiva de la Inteligencia (representada por Fausto). |
|
FAUSTO – Obra-vida de Fernando Pessoa Fernando Pessoa proyectó su Fausto desde muy temprana edad y trabajó en él casi toda su vida: los primeros fragmentos se remontan a 1907, cuando el poeta apenas contaba veinte años; y los últimos tienen fechas poco anteriores a la de su muerte… |
1920
Fernando Pessoa – [Carta a Ophélia Queiroz – 13 Jun. 1920]
Mi querido Bebecito: Hoy no he recibido carta tuya, pero — es claro — no me sorprendí, pues ya sabía por tu carta de ayer (la que me entregaste en el tranvía) que no tendrías tiempo de escribirme. Como esta carta llegará a tus manos en la mañana de mañana, quiero enviar a mi Bebé muchas y muchas felicitaciones, muchos besitos, y desear que ella sea muy, muy feliz, y que muchas veces mi cumpleaños se repita con el Bebé siempre contenta. Sería maravilloso que el año entrante pudiese yo darte ya estas felicitaciones de mañana, antes de levantarme. ¿Entiendes, Niñiña? Muchos besos, muchísimos de tu, muy tuyo Fernando 13/6/1920 |
Meu querido Bebezinho: Hoje não recebi carta tua, mas — é claro — não me admirei, porque já sabia pela tua carta de ontem (a que me entregaste no carro) que não terias naturalmente tempo de me escrever. Como esta carta te chega às mãos amanhã de manhã, quero mandar ao meu Bebé muitos e muitos parabéns, muitos beijinhos, e desejar que ela seja muito e muito feliz, que muitas vezes o aniversário se repita com o Bebé sempre contente. O engraçado era que no ano que vem eu já te pudesse dar estes parabéns de manhã, antes de me levantar.Percebes, Nininha? Muitos beijos, muitíssimos do teu, muito teu Fernando 13/6/1920 |
|
13-6-1920 |
Existe una versión española previa, de Ángel Crespo, publicada en el libro “Cartas de amor a Ofelia”. Barcelona. Ed. Plaza y Janés, 1988. pp. |
1926
Ricardo Reis – Já sobre a fronte vã se me acinzenta
Ya sobre la vana frente se me encanece |
Já sobre a fronte vã se me acinzenta |
13-6-1926 |
Ricardo Reis – Quanta tristeza e amargura afoga
¡Cuánta tristeza y amargura ahoga |
Quanta tristeza e amargura afoga |
13-6-1926 |
Ricardo Reis – Não só vinho, mas nele o olvido, deito
No sólo vino, mas con él el olvido, vierto |
Não só vinho, mas nele o olvido, deito |
13-6-1926 |
|
Existen versiones previas en español de las odas de Ricardo Reis, acometidas, entre otros, por Ángel Crespo, Ángel Campos Pámpano, José Antonio Llardent, Rafael Santos Torroella, Miguel Ángel Viqueira, Rodolfo Alonso, Santiago Kovadloff, Miguel Ángel Flórez, entre otros. |
1930
Alberto Caeiro – Hoje de manhã saí muito cedo,
Hoy de mañana salí muy temprano No sabía por qué camino tomar Así ha sido siempre mi vida, y |
Hoje de manhã saí muito cedo, Não sabia por caminho tomar Assim tem sido sempre a minha vida, e |
13-6-1930 |
|
La primera versión española de los poemas de Alberto Caeiro, fue presentada por Ángel Crespo en 1957. Actualmente, casi toda la obra de Caeiro ha sido traducida en diversas ocasiones y ediciones; contándose como las más completas y conocidas, las versiones de Ángel Campos Pámpano y Pablo del Barco, pero también existen versiones de Miguel Ángel Viqueira, Octavio Paz, Santiago Kovadloff, Rodolfo Alonso, Rafael Santos Torroella, Miguel Ángel Flórez, entre otros. |
Ricardo Reis – Quando, Lídia, vier o nosso Outono
Cuando llegue nuestro Otoño, Lídia, |
Quando, Lídia, vier o nosso Outono |
13-6-1930 |
Ricardo Reis – Ténue, como se de Éolo a esquecessem,
Tenue, como si Eolo la olvidase, |
Ténue, como se de Éolo a esquecessem, |
13-6-1930 |
Bernardo Soares – Vivo sempre no presente. O futuro, não o conheço. (L. do D.)
Vivo siempre en el presente. El futuro, no lo conozco. El pasado ya no es mío. Me pesa como la posibilidad de todo, el otro como la realidad de nada. No tengo esperanzas ni saudades. Conociendo lo que ha sido mi vida hasta hoy —tantas veces y de tal forma contraria a lo que yo deseara—, ¿qué puedo presumir de mi vida de mañana sino que será lo que no presumo, lo que no quiero, lo que me sucede desde afuera, incluso a través de mi voluntad? No tengo nada en mi pasado que recuerde con el deseo inútil de repetirlo. Nunca fui sino un vestigio y un simulacro de mí. Mi pasado es la suma de todo cuanto no conseguí ser. Ni aún las sensaciones de momentos idos me resultan tristes: lo que se siente exige el momento; pasado este, debe volverse la página y la historia continúa, pero no el texto. Breve sombra oscura de un árbol citadino, leve murmullo de agua cayendo en el estanque triste, verde del césped regular —jardín público al final de la tarde—, sois, en este momento, el universo entero para mí, porque sois el contenido pleno de mi sensación consciente. No quiero más de la vida que sentirla perderse en estas tardes imprevistas, al son de niños ajenos que juegan en estos jardines cercados por la melancolía de las calles que los rodean, y frondosos, más allá de las altas ramas de los árboles, por el cielo viejo donde las estrellas recomienzan. |
Vivo sempre no presente. O futuro, não o conheço. O passado, já o não tenho. Pesa-me um como a possibilidade de tudo, o outro como a realidade de nada. Não tenho esperanças nem saudades. Conhecendo o que tem sido a minha vida até hoje — tantas vezes e em tanto o contrário do que eu a desejara —, que posso presumir da minha vida de amanhã senão que será o que não presumo, o que não quero, o que me acontece de fora, até através da minha vontade? Nem tenho nada no meu passado que relembre com o desejo inútil de o repetir. Nunca fui senão um vestígio e um simulacro de mim. O meu passado é tudo quanto não consegui ser. Nem as sensações de momentos idos me são saudosas: o que se sente exige o momento; passado este, há um virar de página e a história continua, mas não o texto. Breve sombra escura de uma árvore citadina, leve som de água caindo no tanque triste, verde da relva regular — jardim público ao quase crepúsculo —, sois, neste momento, o universo inteiro para mim, porque sois o conteúdo pleno da minha sensação consciente. Não quero mais da vida do que senti-la a perder-se nestas tardes imprevistas, ao som de crianças alheias que brincam nestes jardins engradados pela melancolia das ruas que os cercam, e copados, para além dos ramos altos das árvores, pelo céu velho onde as estrelas recomeçam. |
|
13-6-1930 |
Existen, al menos, tres versiones españolas de El libro del desasosiego, traducidas por Ángel Crespo, Perfecto E. Cuadrado y Santiago Kovadloff. |
1932
Fernando Pessoa – Lembro-me ou não? Ou sonhei?
¿Me recuerdo o no? ¿O soñé? El tedio de horas inciertas |
Lembro-me ou não? Ou sonhei? O tédio de horas incertas |
13-6-1932 |
1934
Fernando Pessoa – Por traz da torre o luar(*)
Por detrás de la torre el luar La torre es negra y esplendorosa. |
Por traz da torre o luar A torre é negra e esplendente. |
13-6-1934 |
|
(*) Corresponde al fragmento contenido en la pieza marcada por la cota [62A-17r] del espólio. Se trata de un original dactilografiado en tinta negra en media hoja de papel que tiene la marca de haber estado unida a las piezas 62A-13, 14, 15 y 16; y tiene la fecha indicada en la esquina superior derecha. |