Archivo

Archive for the ‘Poesía (Obras)’ Category

UN AÑO CON PESSOA – DÍA 2

UN AÑO CON PESSOA – DÍA 2 (14 DE JUNIO DE 2009)

1930


Fernando Pessoa – Há quanto tempo não canto

Hace mucho tiempo no canto
en la muda voz de sentir.
Y he sufrido tanto
que llorar sería sonreír.

Hace mucho tiempo no siento
en la forma de describirlo,
ni en ritmos vivos miento
lo que no quiero decir…

Hace mucho tiempo que me encierro
con la llave dentro de mí.
Y es porque ya no me quejo
que las quejas no tienen fin.

¡Hace tanto tiempo que permanezco así
sin deseos de hablar!
Ya soy amigo de la oscuridad
no quiero el sol, tampoco el aire,

Fue para mí tan pesada y grande
la tristeza que quedó
que quedó toda en la vida.
Para cantar no soñó.

Há quanto tempo não canto
Na muda voz de sentir.
E tenho sofrido tanto
Que chorar fora sorrir.

Há quanto tempo não sinto
De maneira a o descrever,
Nem em ritmos vivos minto
O que não quero dizer…

Há quanto tempo me fecho
À chave dentro de mim.
E é porque já não me queixo
Que as queixas não têm fim.

Há tanto tempo assim duro
Sem vontade de falar!
Já estou amigo do escuro
Não quero o sol nem o ar.

Foi-me tão pesada e crescida
A tristeza que ficou
Que ficou toda na vida.
Para cantar não sonhou.


14-6-1930

Poesias Inéditas (1919-1930).Fernando Pessoa. (Nota prévia de Vitorino Nemésio e notas de Jorge Nemésio.) Lisboa: Ática, 1956 (imp. 1990). §133.

Fernando Pessoa – Ó ervas frescas que cobris

¡Oh! frescas hierbas que cubrís
las sepulturas,
vuestro verde tiene colores tan vivos
que a mis ojos ya servís
de conjeturas.

Sabemos bien de quiénes vivís
hierbas del suelo,
qué sosiego es ése que tornáis
verde en la forma que lleváis
sin compasión.

Oh hierbas, verdes como azul el miedo
del cielo sin Ser,
acuñado como entre el secreto
de la vida viva, y otra degradación
del infinito haber.

Con todo mi ser tengo un terror
del suelo verde…
Oh Sol, no te ocultes ya en el cielo,
quiero un momento aún mío
como un perdón.

Ó ervas frescas que cobris
As sepulturas,
Vosso verde tem cores vis
A meus olhos, já servis
De conjecturas.

Sabemos bem de quem viveis
Ervas do chão,
Que sossego é esse que fazeis
Verde na forma que trazeis
Sem compaixão.

Ó verdes ervas, como o azul medo
Do céu sem Ser,
Cunhado como entre segredo
Da vida viva, e outro degredo
Do infindo haver.

Tenho um terror com todo eu
Do verde chão…
Ó Sol, não baixes já no céu,
Quero um momento ainda meu
Como um perdão.


14-6-1930

Poesias Inéditas (1919-1930).Fernando Pessoa. (Nota prévia de Vitorino Nemésio e notas de Jorge Nemésio.) Lisboa: Ática, 1956 (imp. 1990). §131.

 

1932


Fernando Pessoa – Basta pensar em sentir

Basta pensar al sentir
para sentir al pensar.
Mi corazón hace sonreír
a mi corazón al llorar.

Después de quedarme y partir
he de ser quien va a llegar
para ser quien quiere partir.
Vivir es no conseguir.

Basta pensar em sentir
Para sentir em pensar.
Meu coração faz sorrir
Meu coração a chorar.

Depois de ficar e ir
Hei-de ser quem vai chegar
Para ser quem quer partir.
Viver é não conseguir.


14-6-1932

Poesias Inéditas (1930-1935).Fernando Pessoa. (Nota prévia de Jorge Nemésio.) Lisboa: Ática, 1955 (imp. 1990). §73.

Existe al menos una versión española previa, de Ángel Crespo, publicada en: Fernando Pessoa. Noventa poemas últimos (1930-1935). Madrid. Ed. Hiperión. 1993.

UN AÑO CON PESSOA – DÍA 1

junio 13, 2009 2 comentarios

UN AÑO CON PESSOA – DÍA 1 (13 DE JUNIO DE 2009)

 

 

1888 – Nacimiento de Pessoa


Nace en Lisboa, Fernando Pessoa (Fernando Antonio Nogueira Pessôa), a las 3:20 p.m. en el cuarto de la izquierda del cuarto piso del No. 4 del Largo de São Carlos.

Su padre, Joaquim de Seabra Pessoa, hijo del general Joaquim Antonio de Araújo Pessôa, originario de Tavira, en el Algarve, era un modesto empleado de la Secretaría do Estado que, a pesar de no haber cursado la escuela superior, había consagrado su talento al estudio de la musicología y dedicaba sus noches a la crítica musical de los espectáculos líricos presentados en el Teatro de São Carlos que publicaba anónimamente como pequeñas crónicas en el Diario de Notícias; hablaba y escribía con igual soltura en portugués que en francés e italiano y sufría de tuberculosis.

Su madre, Maria Madalena Pinheiro Nogueira, era descendiente de una familia de jueces de las Azores, nacida en la Isla Terceira en 1862, del matrimonio entre el consejero Luis Antonio Nogueira y doña Madalena Xavier Pinheiro, de vivaz inteligencia, estudió en el colegio británico de Miss Calf en Lisboa, en la Rúa do Alecrim, llegando a dominar el inglés, el francés, el alemán y el latín, que estudió con su padre.

 

s.d.


Fernando Pessoa – Primeiro Fausto – O conjunto do drama representa…

Primer Fausto

El conjunto del drama representa la lucha entre la Inteligencia y la Vida en la cual la inteligencia siempre resulta vencida. La inteligencia es representada por Fausto, y la Vida diversamente, de acuerdo con las circunstancias accidentales del drama.

En el primer acto, la lucha consiste en el intento de la inteligencia por comprender la Vida, siendo derrotada, y comprendiendo tan solo que no puede nunca comprender la vida. Así, este acto está formado todo por disquisiciones intelectuales y abstractas, en las que el misterio del mundo (tema general, además, de la obra entera, dado que es el tema central de la Inteligencia) es tratado repetidamente.

En el primer entreacto está la repetición lírica de las conclusiones a las que el protagonista llegará en el primer acto.

En el segundo acto la lucha pasa a ser la de la Inteligencia por dirigir a la Vida, sufriendo en tal intento igual derrota, aunque de otra manera. La dificultad está en la forma de representar esa Vida que la inteligencia intenta dominar. Lo preferible es representar esa Vida a través de un discípulo o alguien así, en quien, por no comprender la sutileza y el género de la ambición del Maestro, las pretendidas voluntades e imposiciones de este no causan ninguna impresión, o causan una impresión falsa. Tal vez lo mejor sea representar la Vida aquí a través de tres discípulos u otras personas ―uno sobre quien la acción intelectual sea nula, otro por quien es acepte erróneamente, pervertidamente, y un tercero por quien es indistintamente combatida, con uso también de la Inteligencia, que en él es arma, medio, instrumento para que el instinto se manifieste.―

El segundo entreacto resume la lección que el drama del segundo acto expone humanamente. Este entreacto es lírico como el primero (Estudiar el género lírico, de la dirección esencial de este entreacto).

El tercer acto envuelve la lucha de la Inteligencia para adaptarse a la Vida, que, en este punto, es, como es de esperar, representada por el Amor, esto es, por una figura femenina, María, a quien Fausto intenta saber amar.

          ¿Qué haces tú?
                FAUSTO: 
                Intento saber amar.
                Nació muerto lo que quise de mí.

La derrota de la Inteligencia es igualmente flagrante en este caso. El acto cierra con el monólogo de la noche, de especial amargura, porque la incapacidad de adaptación a la vida es más amarga que la falencia en comprenderla y dirigirla, que son, la primera más horrible (por el misterio esencial), la segunda más desilusionante (por la disparidad entre los resultados y el esfuerzo empleado en su dirección intencional).

El tercer entreacto, lírico también, es difícil de determinar que orientación tenga (No debe ser este sin duda el entreacto dionisíaco) (¿¿??)

En el cuarto acto la tentativa que falla es la de disolver la Vida, en que la rabia de la enemistad falla ante la capacidad de reacción de la Vida, cayendo en el Hábito (los revoltosos que reconocen señor al señor contra quien se revelarán), en el Placer Más Próximo, y en la Indiferencia entre los grandes fines, aunque tengan una denominación para el instinto (que es representado por la cena en que los amorosos oyen pasar a lo lejos indiferentemente el amotinamiento de la revuelta).

El cuarto entreacto debe ser el más frío de todos.

En el quinto acto tenemos, finalmente, la Muerte, la falla final de la Inteligencia ante la Vida. Mientras se danza y se brinca en una fiesta del día-santo, Fausto agoniza ignorado. Y el drama cierra con la canción del Espíritu de la Noche, restituyendo el elemento terrorífico del Misterio, que envuelve tanto la Vida como la inteligencia ―canción simple y fría.―

Uno de los principales estudios por hacer aquí es el de la naturaleza de los entreactos. Sin duda que el primero debe ser de lirismo metafísico, que acaba con la canción «la catarata del sueño». El segundo entreacto, en el paso de la falla de la Inteligencia para dirigir su falla para adaptarse, debe ser el más suave de todos, aunque un resabio de esa falencia deba tal vez radicar en la lírica por él esgrimida. El tercer entreacto es sin duda el dionisíaco, porque la tendencia dionisíaca de la Inteligencia es la que la lleva a disolver la Vida, tanto por error como por instinto, que lleva al exceso absurdo y teorizado, como por la rabia inmanente en ese exceso. El cuarto entreacto, que debería comenzar con la cación del Destino (¿¿??), cierra fríamente la serie lírica, el comentario lírico que constituyen los entreactos.

Es este, aproximadamente en cuanto a los detalles, el ambiente dramático del Primer Fausto.

Otro modo de exponer el mismo problema, o, antes, la misma tesis:

        1er Acto: Conflicto de la Inteligencia consigo misma.

        2º Acto: Conflicto de la Inteligencia con las demás Inteligencias.

        3º Acto: Conflicto de la Inteligencia con la Emoción.

        4ºActo: Conflicto de la Inteligencia con la Acción.

        5º Acto: Derrota de la Inteligencia.

Primeiro Fausto

O conjunto do drama representa a luta entre a Inteligência e a Vida em que a inteligência é sempre vencida. A Inteligência é representada por Fausto, e a Vida diversamente, segundo as circunstâncias acidentais do drama.

No 1º acto, a luta consiste em a Inteligência querer compreender a Vida, sendo derrotada, e compreendendo só que não pode nunca compreender a vida. Assim, este acto é todo disquisições intelectuais e abstractas, em que o mistério do mundo (tema geral, aliás, da obra inteira, pois que é o tema central da Inteligência) é repetidamente tratado.

No 1º entreacto há a repetição lírica das conclusões a que o protagonista chegará no 1º acto.

No 2º acto a luta passa a ser a da Inteligência para dirigir a Vida, sofrendo na tentativa igual derrota, embora de outra maneira. A dificuldade está na maneira de representar essa Vida que a Inteligência tenta dominar. O preferível é representar essa Vida por discípulo ou alguém assim, em quem, por não compreender a subtileza e o género de ambição do Mestre, as pretensas vontades e imposições deste nenhuma impressão causam, ou causam uma impressão falsa. O melhor talvez é representar a Vida aqui por três discípulos ou outras pessoas — um sobre quem a acção intelectual é nula, outro por quem é aceite erroneamente, pervertidamente, e um terceiro por quem é de instinto combatida, com uso também da Inteligência, que nele é arma, meio, instrumento para o instinto se manifestar.

O 2º entreacto resume a lição que o drama do 2º acto põe humanamente. Este entreacto é lírico como o primeiro. (Estudar o género lírico, da direcção essencial deste entreacto).

O 3º Acto envolve a luta da Inteligência para se adaptar à Vida, que, neste ponto, é, como é de esperar, representada pelo Amor, isto é, por uma figura feminina, Maria, a quem Fausto tenta saber amar.

          Que fazes tu?
                FAUSTO:
                Tento saber amar.
                Nasceu morto o que quis de mim.

A derrota da Inteligência é igualmente flagrante neste caso. O acto fecha com o monólogo da noite, de especial amargura, porque a incapacidade de adaptação à vida é mais amarga que a falência em compreendê-la e dirigi-la, que são, a 1ª mais horrível (pelo mistério essencial) a 2ª mais desilusionante (pela disparidade entre os resultados e o esforço empregado e a sua direcção intencional).

O 3º entreacto, lírico também, é difícil de determinar que orientação tenha. (Não deve ser este sem dúvida o entreacto dionisíaco) (??)

No 4º acto a tentativa que falha é a de dissolver a Vida, em que a raiva da inimizade falha ante a capacidade de reacção da Vida, caindo no Hábito (os revoltosos que reconhecem senhor o senhor contra quem se revoltaram), no Prazer Mais Próximo, e na Indiferença entre os grandes fins, ainda que tenham um apelo para o instinto (o que é representado pela cena em que os amorosos ouvem passar ao longe indiferentemente o tumultar da revolta).

O 4º entreacto deve ser o mais frio de todos.

No 5º acto temos, finalmente, a Morte, a falência final da Inteligência ante a Vida. Enquanto se dança e se brinca em uma festa de dia-santo, Fausto agoniza ignorado. E o drama fecha com a canção do Espírito da Noite, repondo o elemento do terror do Mistério, que envolve tanto a Vida como a inteligência — canção simples e fria.

Um dos principais estudos a fazer aqui é o da natureza dos entreactos. Sem dúvida que o 1º deve ser o de lirismo metafísico, que acaba com a canção «a catarata de sonho». O 2º entreacto, na passagem da falência da Inteligência para dirigir a sua falência para se adaptar, deve ser o mais suave de todos, embora um resaibo da falência que vai haver deva talvez pairar na lírica por ele espalhada. O 3º entreacto é sem dúvida o dionisíaco, porque a tendência dionisíaca da Inteligência é que a leva a dissolver a Vida, tanto pelo erro no instinto, que leva ao excesso absurdo e teorizado, como pela raiva imanente nesse excesso. O 4º entreacto, que é o que é bom que comece com a canção do Destino (??), fecha friamente a série lírica, o comentário lírico que os entreactos constituem.

É este, aproximadamente quanto aos detalhes, o ambiente dramático do Primeiro Fausto.

Outro modo de pôr o mesmo problema, ou, antes, a mesma tese:

        1º Acto: Conflito da Inteligência consigo própria.

        2º Acto: Conflito da Inteligência com as outras Inteligências.

        3º Acto: Conflito da Inteligência com a Emoção.

        4ºActo: Conflito da Inteligência com a Acção.

        5º Acto: Derrota da Inteligência.

 

s.d.
“Primeiro Fausto” in Poemas Dramáticos. Fernando Pessoa. (Nota explicativa e notas de Eduardo Freitas da Costa.) Lisboa: Ática, 1952 (imp.1966). pp.190-192.

   

Fernando Pessoa – (A desilusão de Fausto é de três espécies:

(La desilusión de Fausto es de tres especiaes: 1. verifica, en el hecho de que María lo ama en parte sin saber porqué y en parte por cualidades que supone en él y él no tiene, que el amor es una cosa que no se puede querer comprender y en lo cual y él hay un abismo profundísimo; 2. verifica en su incapacidad no sólo de comprender el amor, sino también de sentirlo o, tal vez mejor, de sentirse sintiéndolo, que ese abismo que existe entre él y el amor comienza por ser una abismo que existe entre él y sí mismo; 3. verifica (…))

(A desilusão de Fausto é de três espécies: 1) verifica, no facto de que Maria o ama em parte sem saber porquê e em parte por qualidades que lhe supõe e ele não tem, que o amor é coisa que não se pode querer compreender e entre o qual e ele há um abismo profundíssimo; 2) verifica, na sua incapacidade não só de compreender o amor; como até de o sentir ou, talvez melhor, de se sentir sentindo-o, que esse abismo que existe entre ele e o amor começa por ser um abismo que existe entre ele e ele próprio; 3) verifica (…))

   
 

s.d.
Fausto – Tragédia Subjectiva. Fernando Pessoa. (Texto estabelecido por Teresa Sobral Cunha. Prefácio de Eduardo Lourenço.) Lisboa: Presença, 1988. pp.99.

1917


Fernando Pessoa – Mas ah! se a morte, sem ser nada ou noite,

Mas ¡ay! si la muerte, sin ser nada o noche,
nada explicase, y eternamente
vagabundos conscientes del error eterno,
nuestras pávidas presencias girasen
en la eterna rueda del misterio
desterradas de su centro abstracto! ¡Ah¡ ¿Quién nos dice
que aquel horror, que toda vida mira
y no quiere ver, no nos conduce a otra
especie de vida, que no sea esta salvo
por no saber nada más de la verdad?
¿Quién dice que cuando la vida cesa, acaba
la ilusión, o que la muerte, al liberarnos
de la limitada personalidad,
nos lanza en otra, siempre lejos
del ignoto punto donde ya nada es falso?

¡Ah! ¡Cuánto mejor no fuera, como las aves
o los animales de los montes y de las selvas
no conocer de lejos cosa alguna!
¿Por qué misterio las estrellas fijas
nos alzaron del suelo, y pusieron en pie,
inestable, al seguro animal, confiado
en su marcha mirando al suelo?

Pasan los Dioses, y el mismo Dios único
no permanece. Las creencias, como nubes, dejan
a los hombres, y el misterio permanece.
¿Será entonces mejor que encontremos
la verdad o que no la hallemos nunca?
[¿Quién cabrá mejor en la (…)
o en la felicidad?]

Canto de las aves, murmullo de los ríos, sonido
de los árboles meciéndose en la calma,
¡cuán lejos estáis de cuanto yo mal sé que soy!
[¿Cuál es esa diferencia entre nosotros que yo
(…)]

Mas ah! se a morte, sem ser nada ou noite,
Não explicasse nada, e eternamente
Vagabundos conscientes do erro eterno,
Nossas presenças pávidas girassem
Na eterna circunferência do mistério
Exuis do abstracto centro! Ah! Quem nos diz
Que aquele horror, que toda a vida fita
E não quer ver, nos não conduz a outra
Espécie de vida, sem ser esta salvo
Em não saber mais nada da verdade?
Quem diz que quando a vida cessa acaba
A ilusão, ou que a morte, libertando
Da limitada personalidade,
Em outra nos lança, sempre longe
Do ignoto ponto onde já nada é falso?

Ah! quão melhor não fora, como as aves
Ou animais dos montes e das selvas
Não conhecer de longe cousa alguma!
Porque mistério é que as estrelas fixas
Nos ergueram do chão, e a pé puseram,
Instável, o seguro animal certo
Na sua marcha olhando para o chão?

Passam os Deuses, e o próprio uno Deus
Não dura. As crenças como nuvens deixam
Os homens, e o mistério permanece.
Será porém melhor que encontrássemos
A verdade, ou que não a achemos nunca?
Quem caberá melhor ou a (…)
Ou à felicidade?

Canto das aves, som dos rios, som
Das árvores movendo-se na calma,
Quando distais do que eu mal sei que sou!
Qual é diferença entre nós que eu
(…)

   

  

13-6-1917
Fausto – Tragédia Subjectiva. Fernando Pessoa. (Texto estabelecido por Teresa Sobral Cunha. Prefácio de Eduardo Lourenço.) Lisboa: Presença, 1988. pp.173.

   

Existe una previa versión en español de este fragmento, acometida por Ángel Crespo y publicada en el libro “Fausto: tragedia subjetiva” Madrid. Tecnos. 1989. pág. 230. El fragmento correspondería al objeto de la quinta parte del proyecto general del Fausto pessoano, a saber, la derrota definitiva de la Inteligencia (representada por Fausto).

 
 

FAUSTO – Obra-vida de Fernando Pessoa


Fernando Pessoa proyectó su Fausto desde muy temprana edad y trabajó en él casi toda su vida: los primeros fragmentos se remontan a 1907, cuando el poeta apenas contaba veinte años; y los últimos tienen fechas poco anteriores a la de su muerte…

 

1920


Fernando Pessoa – [Carta a Ophélia Queiroz – 13 Jun. 1920]

Mi querido Bebecito:

Hoy no he recibido carta tuya, pero — es claro — no me sorprendí, pues ya sabía por tu carta de ayer (la que me entregaste en el tranvía) que no tendrías tiempo de escribirme. Como esta carta llegará a tus manos en la mañana de mañana, quiero enviar a mi Bebé muchas y muchas felicitaciones, muchos besitos, y desear que ella sea muy, muy feliz, y que muchas veces mi cumpleaños se repita con el Bebé siempre contenta.

Sería maravilloso que el año entrante pudiese yo darte ya estas felicitaciones de mañana, antes de levantarme. ¿Entiendes, Niñiña?

Muchos besos, muchísimos de tu, muy tuyo

Fernando

13/6/1920

Meu querido Bebezinho:

Hoje não recebi carta tua, mas — é claro — não me admirei, porque já sabia pela tua carta de ontem (a que me entregaste no carro) que não terias naturalmente tempo de me escrever.

Como esta carta te chega às mãos amanhã de manhã, quero mandar ao meu Bebé muitos e muitos parabéns, muitos beijinhos, e desejar que ela seja muito e muito feliz, que muitas vezes o aniversário se repita com o Bebé sempre contente.

O engraçado era que no ano que vem eu já te pudesse dar estes parabéns de manhã, antes de me levantar.Percebes, Nininha?

Muitos beijos, muitíssimos do teu, muito teu

Fernando

13/6/1920

   

 

13-6-1920
Cartas de Amor.Fernando Pessoa. (Organização, posfácio e notas de David Mourão Ferreira. Preâmbulo e estabelecimento do texto de Maria da Graça Queiroz.) Lisboa: Ática, 1978 (3ª ed. 1994). §27. Pág. 111

   

Existe una versión española previa, de Ángel Crespo, publicada en el libro “Cartas de amor a Ofelia”. Barcelona. Ed. Plaza y Janés, 1988. pp.

 

1926


Ricardo Reis – Já sobre a fronte vã se me acinzenta

Ya sobre la vana frente se me encanece
el cabello del joven que perdí.
        Brillan menos mis ojos,
Ya no tienen jugo los besos en mi boca.
Si aún me amas, no me ames por amor:
        me traicionarás conmigo.

Já sobre a fronte vã se me acinzenta
O cabelo do jovem que perdi.
        Meus olhos brilham menos,
Já não tem jus a beijos minha boca.
Se me ainda amas, por amor não ames:
        Traíras-me comigo.

   
 

13-6-1926
Odes de Ricardo Reis. Fernando Pessoa. (Notas de João Gaspar Simões e Luiz de Montalvor.) Lisboa: Ática, 1946 (imp.1994). pp.99.
1ª publicación en Presença, nº 10. Coimbra: Mar. 1928.

Ricardo Reis – Quanta tristeza e amargura afoga

¡Cuánta tristeza y amargura ahoga
en confusión la estrecha vida! ¡Cuánto
        infortunio mezquino
        nos oprime supremo!
Feliz el bruto que en los verdes campos
rumia, para sí mismo anónimo, y entra
        en la muerte como en una casa;
        o el sabio que, perdido
en la ciencia, eleva la fútil vida austera
más allá de la nuestra, como el humo que eleva
        brazos que se deshacen
        hacia un cielo inexistente.

Quanta tristeza e amargura afoga
Em confusão a estreita vida! Quanto
        Infortúnio mesquinho
        Nos oprime supremo!
Feliz ou o bruto que nos verdes campos
Pasce, para si mesmo anónimo, e entra
        Na morte como em casa;
        Ou o sábio que, perdido
Na ciência, a fútil vida austera eleva
Além da nossa, como o fumo que ergue
        Braços que se desfazem
        A um céu inexistente.

   
 

13-6-1926
Odes de Ricardo Reis. Fernando Pessoa. (Notas de João Gaspar Simões e Luiz de Montalvor.) Lisboa: Ática, 1946 (imp.1994). §101. 1ª publicación en Presença, nº 6. Coimbra: Jul. 1927.

Ricardo Reis – Não só vinho, mas nele o olvido, deito

No sólo vino, mas con él el olvido, vierto
en la copa: seré feliz, porque la dicha
        es ignara. ¿Quién, recordando
        o previendo, sonreiría?
De los brutos, no la vida, sino el alma
consigamos, pensando, recogidos
        en el impalpable destino
        que no espera ni recuerda.
Con mano mortal elevo a mortal boca
en frágil copa el pasajero vino,
        los ojos sin brillo, hechos
        Para dejar de ver.

Não só vinho, mas nele o olvido, deito
Na taça: serei ledo, porque a dita
        É ignara. Quem, lembrando
        Ou prevendo, sorrira?
Dos brutos, não a vida, senão a alma,
Consigamos, pensando; recolhidos
        No impalpável destino
        Que não espera nem lembra.
Com mão mortal elevo à mortal boca
Em frágil taça o passageiro vinho,
        Baços os olhos feitos
        Para deixar de ver.

   
 

13-6-1926
Odes de Ricardo Reis. Fernando Pessoa. (Notas de João Gaspar Simões e Luiz de Montalvor.) Lisboa: Ática, 1946 (imp.1994). §100. 1ª publicación en Presença, nº 6. Coimbra: Jul. 1927.

   

Existen versiones previas en español de las odas de Ricardo Reis, acometidas, entre otros, por Ángel Crespo, Ángel Campos Pámpano, José Antonio Llardent, Rafael Santos Torroella, Miguel Ángel Viqueira, Rodolfo Alonso, Santiago Kovadloff, Miguel Ángel Flórez, entre otros.

 

 

1930


Alberto Caeiro – Hoje de manhã saí muito cedo,

Hoy de mañana salí muy temprano
porque había despertado aún más temprano
y no tener nada que quisiera hacer…

No sabía por qué camino tomar
pero el viento soplaba fuerte, barría hacia un lado,
y seguí el camino en que el viento soplaba en mi espalda.

Así ha sido siempre mi vida, y
así quiero que pueda ser siempre —
voy donde el viento me lleva y no me
siento pensar.

Hoje de manhã saí muito cedo,
Por ter acordado ainda mais cedo
E não ter nada que quisesse fazer…

Não sabia por caminho tomar
Mas o vento soprava forte, varria para um lado,
E segui o caminho para onde o vento me soprava nas costas.

Assim tem sido sempre a minha vida, e
Assim quero que possa ser sempre —
Vou onde o vento me leva e não me
Sinto pensar.

   
 

13-6-1930
“Poemas Inconjuntos”. InPoemas de Alberto Caeiro. Fernando Pessoa. (Nota explicativa e notas de João Gaspar Simões e Luiz de Montalvor.) Lisboa: Ática, 1946 (10ª ed. 1993). pp.100.

   

La primera versión española de los poemas de Alberto Caeiro, fue presentada por Ángel Crespo en 1957. Actualmente, casi toda la obra de Caeiro ha sido traducida en diversas ocasiones y ediciones; contándose como las más completas y conocidas, las versiones de Ángel Campos Pámpano y Pablo del Barco, pero también existen versiones de Miguel Ángel Viqueira, Octavio Paz, Santiago Kovadloff, Rodolfo Alonso, Rafael Santos Torroella, Miguel Ángel Flórez, entre otros.

 

 

Ricardo Reis – Quando, Lídia, vier o nosso Outono

Cuando llegue nuestro Otoño, Lídia,
con el Invierno que hay en él, reservemos
un pensamiento, no para la futura
        primavera, que es de otros,
ni para el Verano, de quien somos muertos,
sino para lo que permanece entre lo que pasa —
El amarillo actual que las hojas viven
        y las torna diferentes.

Quando, Lídia, vier o nosso Outono
Com o Inverno que há nele, reservemos
Um pensamento, não para a futura
        Primavera, que é de outrem,
Nem para o Estio, de quem somos mortos,
Senão para o que fica do que passa —
O amarelo actual que as folhas vivem
        E as torna diferentes.

   
 

13-6-1930
Odes de Ricardo Reis. Fernando Pessoa. (Notas de João Gaspar Simões e Luiz de Montalvor.) Lisboa: Ática, 1946 (imp.1994). pp.120.
1ª publicación en Presença, nº 31/32. Coimbra: Mar./Jun. 1931.

Ricardo Reis – Ténue, como se de Éolo a esquecessem,

Tenue, como si Eolo la olvidase,
la brisa de la mañana bendice el campo,
        y hay un comienzo del sol.
No deseemos, Lídia, en esta hora
más sol del que hay en ella, ni una brisa más fuerte
        que esta que es leve y existe.

Ténue, como se de Éolo a esquecessem,
A brisa da manhã titila o campo,
          E há começo do sol.
Não desejemos, Lídia, nesta hora
Mais sol do que ela, nem mais alta brisa
          Que a que é pequena e existe.

   
 

13-6-1930
Odes de Ricardo Reis. Fernando Pessoa. (Notas de João Gaspar Simões e Luiz de Montalvor.) Lisboa: Ática, 1946 (imp.1994). pp.121.
1ª publicación en Presença, nº 31/32. Coimbra: Mar./Jun. 1931.

Bernardo Soares – Vivo sempre no presente. O futuro, não o conheço. (L. do D.)

Vivo siempre en el presente. El futuro, no lo conozco. El pasado ya no es mío. Me pesa como la posibilidad de todo, el otro como la realidad de nada. No tengo esperanzas ni saudades. Conociendo lo que ha sido mi vida hasta hoy —tantas veces y de tal forma contraria a lo que yo deseara—, ¿qué puedo presumir de mi vida de mañana sino que será lo que no presumo, lo que no quiero, lo que me sucede desde afuera, incluso a través de mi voluntad? No tengo nada en mi pasado que recuerde con el deseo inútil de repetirlo. Nunca fui sino un vestigio y un simulacro de mí. Mi pasado es la suma de todo cuanto no conseguí ser. Ni aún las sensaciones de momentos idos me resultan tristes: lo que se siente exige el momento; pasado este, debe volverse la página y la historia continúa, pero no el texto.

Breve sombra oscura de un árbol citadino, leve murmullo de agua cayendo en el estanque triste, verde del césped regular —jardín público al final de la tarde—, sois, en este momento, el universo entero para mí, porque sois el contenido pleno de mi sensación consciente. No quiero más de la vida que sentirla perderse en estas tardes imprevistas, al son de niños ajenos que juegan en estos jardines cercados por la melancolía de las calles que los rodean, y frondosos, más allá de las altas ramas de los árboles, por el cielo viejo donde las estrellas recomienzan.

Vivo sempre no presente. O futuro, não o conheço. O passado, já o não tenho. Pesa-me um como a possibilidade de tudo, o outro como a realidade de nada. Não tenho esperanças nem saudades. Conhecendo o que tem sido a minha vida até hoje — tantas vezes e em tanto o contrário do que eu a desejara —, que posso presumir da minha vida de amanhã senão que será o que não presumo, o que não quero, o que me acontece de fora, até através da minha vontade? Nem tenho nada no meu passado que relembre com o desejo inútil de o repetir. Nunca fui senão um vestígio e um simulacro de mim. O meu passado é tudo quanto não consegui ser. Nem as sensações de momentos idos me são saudosas: o que se sente exige o momento; passado este, há um virar de página e a história continua, mas não o texto.

Breve sombra escura de uma árvore citadina, leve som de água caindo no tanque triste, verde da relva regular — jardim público ao quase crepúsculo —, sois, neste momento, o universo inteiro para mim, porque sois o conteúdo pleno da minha sensação consciente. Não quero mais da vida do que senti-la a perder-se nestas tardes imprevistas, ao som de crianças alheias que brincam nestes jardins engradados pela melancolia das ruas que os cercam, e copados, para além dos ramos altos das árvores, pelo céu velho onde as estrelas recomeçam.

   

 

13-6-1930
Livro do Desassossego por Bernardo Soares.Vol.I. Fernando Pessoa. (Recolha e transcrição dos textos de Maria Aliete Galhoz e Teresa Sobral Cunha. Prefácio e Organização de Jacinto do Prado Coelho.) Lisboa: Ática, 1982. pp.186.

   

Existen, al menos, tres versiones españolas de El libro del desasosiego, traducidas por Ángel Crespo, Perfecto E. Cuadrado y Santiago Kovadloff.

 

 

1932


Fernando Pessoa – Lembro-me ou não? Ou sonhei?

¿Me recuerdo o no? ¿O soñé?
Fluye como un río lo que siento.
Soy ya quien nunca seré
en la certeza en que me miento.

El tedio de horas inciertas
pesa en mi corazón.
Me detengo ante las puertas abiertas
sin escogencia ni decisión.

Lembro-me ou não? Ou sonhei?
Flui como um rio o que sinto.
Sou já quem nunca serei
Na certeza em que me minto.

O tédio de horas incertas
Pesa no meu coração.
Paro ante as portas abertas
Sem escolha nem decisão.

   
 

13-6-1932
Poesias Inéditas (1930-1935).Fernando Pessoa. (Nota prévia de Jorge Nemésio.) Lisboa: Ática, 1955 (imp. 1990). pp.72.

1934


Fernando Pessoa – Por traz da torre o luar(*)

Por detrás de la torre el luar
hace de la torre una otra torre.
La voz alegre que canta
me resulta triste, por escucharla,
pues sé que quien canta muere.
tengo pena de sentir
porque sentir es pensar.

La torre es negra y esplendorosa.
La luna oculta por ella
es un halo de luz ausente.
Mi corazón es durmiente:
cisma sentado en la ventana.
Tengo pena de pensar
porque quien piensa no siente.

Por traz da torre o luar
Faz a torre uma outra torre.
A voz alegre a cantar
É me triste, de a escutar,
Pois sei que quem canta morre.
Tenho pena de sentir
Porque sentir é pensar.

A torre é negra e esplendente.
A lua occulta por ella
É um halo de luz ausente.
Meu coração é dormente:
Scisma sentado à janella.
Tenho pena de pensar
Porque quem pensa não sente.

   
 

13-6-1934
Poemas de Fernando Pessoa (1934-1935). Fernando Pessoa. Edição Crítica de Fernando Pessoa. Vol. I. Tomo V (Edição de Luís Prista). Lisboa: IN-CM, 2000. pp.79

   

(*) Corresponde al fragmento contenido en la pieza marcada por la cota [62A-17r] del espólio. Se trata de un original dactilografiado en tinta negra en media hoja de papel que tiene la marca de haber estado unida a las piezas 62A-13, 14, 15 y 16; y tiene la fecha indicada en la esquina superior derecha.